Descubrir este producto y su receta fue para mí un auténtico flechazo. Por su sencillez y propiedades antes de hacerla. Por su aroma, textura , color y efectividad una vez la probé. Una oda a lo simple y práctico. Es hasta mágica cuando la tintura de Benjuí se une al agua de rosas y hace que ésta se transforme en una leche clarita, como descremada.Los usos de este preparado son variados:. Se puede aplicar en rostro, cuello, manos y cuerpo cuando hay sequedad, preferentemente después del baño proporcionando alivio y bienestar general.. En piel seca y sensible, se puede aplicar cada mañana sobre el cutis con pequeños toques.. En el aseo diario de bebés y niños, aplicarla directamente con las manos o con una esponjita.. Para aliviar la hinchazón de los párpados , dejar reposar sobre ellos unos minutos un algodón empapado en esta leche.. Como hidratante de las zonas del cuerpo con mayor sequedad, como codos y talones.. Hidrata la piel y la relaja. Se usa como descongestionante cuando necesitamos sentirnos rápidamente con una ” nueva piel”.. Da elasticidad y un tono luminoso.El agua de rosas se transforma como por arte de magia en una suave leche al añadirle tintura de benjuí, una resina extraída de plantas del género botánico “Styrax”. El benjuí tiene un olor característico, dulce, cálido y balsámico, que recuerda a la vainilla y la almendra, pero también un poco a heno recién cortado, con una fuerte nota especiada, similar a la canela, y fuertes notas exóticas.
Nuestra Leche Virginal está hecha siguiendo la tradicional y sencilla receta que se comenzó a elaborar en Chile en 1938. Tan sólo tres ingredientes: agua de rosas, glicerina vegetal y tintura de benjuí. Le hemos dado un toque personal añadiéndole unas gotitas de aceite esencial de Palo de Hô,de aroma similar a las rosas, y con cualidades regeneradoras.
De cualidad Yin, este tónico que descongestiona el cutis y da elasticidad y un tono luminoso a la piel, era conocido en pueblos antiguos como el ” reconstituyente mágico “.