Decía Anna de las Tejas Verdes : “Estoy tan feliz de vivir en un mundo donde existe Octubre…”. Yo, al igual que esta pelirroja tan peculiar con la que me siento tan identificada, me siento pletórica con la llegada del otoño. Y es que no soporto el calor. Así que con la bajada de temperaturas, a diferencia de otra gente, me activo tanto física como mentalmente. El fresquito me sienta bien y me noto más creativa y con ganas de hacer cosas en el exterior.
En Octubre comienzan a verse los primeros frutos secos de la temporada: castañas, almendras, nueces y avellanas salpican los caminos y fincas allá donde están. Para dar la bienvenida al otoño me apetecía hacer un jabón, e inspirándome en estos frutos decidí hacer uno de castañas. Para ello usé las secadas al fuego de mi cocina de leña el invierno pasado. Aquí en mi tierra asturiana las llamamos castañas mayucas o pilongas. He aquí la criatura :
La receta comienza con una leche de castañas hecha en casa. Lo que hice fue moler las castañas en un robot de cocina, hasta hacerlas harina. He cogido 25 gramos de ella y los he puesto a hervir en medio litro de agua, durante unos 5 minutos. El restante de harina lo he guardado para usar en postres, apartando otro poquito para añadir al jabón una vez “cocinado”. La harina de castañas es muy rica y apenas se necesita añadir azúcar a los postres porque ya de por sí es bastante dulce. La leche la he congelado para usarla después en el jabón y evitar en la medida de lo posible que perdiera sus características al mezclarse con la sosa.
La receta completa es así:
- 372 gramos de aceite de oliva
- 170 gramos de aceite de coco
- 53 gramos de cera de soja
- 42 gramos de manteca de cacao
- 24 gramos de aceite de ricino (añadidos al final del proceso, como sobreengrasado)
- 94 gramos de hidróxido de sodio
- 269 gramos de leche casera de castañas
- 6 gramos de lactato de sodio, añadidos a la mezcla de los dos anteriores una vez fría
- 9 gramos de fragancia de caramelo
- 2 cucharadas de cacao puro en polvo, para dar color
- 1 cucharada de harina de castañas
Este jabón está hecho mediante el proceso en caliente (Hot Process), en una olla de cocción lenta (crock-pot), de la siguiente manera:
_ Hago la lejía (ojo, no es la lejía de limpieza, sino la mezcla de hidróxido de sodio y agua, llamada lejía en jabonería) y la dejo enfriar.
_ Una vez bajada la temperatura de la lejía, añado el lactato de sodio.
_ Caliento un poco los aceites en la olla, en temperatura alta, y cuando están a unos 45 grados echo en ellos la lejía con el lactato de sodio ya mezclado.
_ Bato con batidora hasta alcanzar la traza.
_ Tapo y bajo la temperatura de la olla a baja.
_ Cada 20 min aprox.destapo, mezclo la masa, vaporizo por encima agua destilada y vuelvo a tapar. Así hasta aprox. 1 hora y media o dos después.
_ Mido el ph con tiras reactivas y cuando esté en unos 9 o inferior, añado el aceite de ricino como sobreengrasado, la fragancia, el cacao y la harina, mezclando todo bien.
_ Apago la olla, echo el jabón en el molde y lo “abrigo”.
_ A las 24 h desmoldo y a las 48 h lo corto.
_ Listo para usar, aunque si se deja “curar” como en el proceso en frío,perderá agua y quedará algo mejor.
Espero que os animéis a hacerlo y me etiquetéis en Instagram como @xaguar_cosmetica_saludable para ver cómo os quedó 🙂
¡Hasta pronto !